Ayer Belén Esteban cumplió 37 años y, como casi todo en su vida durante estos últimos diez años, lo celebró en Telecinco, concretamente en Sálvame rodeada de sus compañeros.
Como en todo cumpleaños la de San Blas recibió una emotiva llamada, aunque ella no es muy dada a ello, era su abuela paterna que tiene 92 años. Pilar, que así se llama, deseo a su nieta un feliz cumpleaños y que tenga suerte en la vida.
Tras la llamada la Princesa del Pueblo se emocionó ya que le recordó a su padre fallecido.
Dejando al margen la cuestión emotiva que es lo que la cadena y los medios de comunicación se dedican a destacar últimamente, es interesante centrarse en el aspecto físico de Belén, tema que ha sido sometido a numerosos análisis en los últimos años.
Y es cierto que el deterioro es extremo. El rostro de Belén nada tiene que ver con el de aquella chica de barrio que salió hace diez años por primera vez en televisión, y aunque los años no pasan sin dejar huella para nadie en la de San Blas han dejado demasiado rastro.
Su aspecto no se corresponde con el de cualquier chica de 37 años, mirando su cara cualquiera pensaría que tiene, al menos, diez años más.
Además, hay que recordar que la co presentadora de Sálvame se ha sometido a diferentes operaciones de cirugía estética, y no todas han sido como reacción al deterioro de su cara, si no que antes ya había pasado por el quirófano.
La verdad es que resulta sorprendente observar tantos cambios y tan severos en pocos años en una persona joven, como es el caso, pero a veces la vida marca y como dice el refrán "la cara sea el espejo o reflejo del alma".
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